ASESINADA tras quejarse de los RUIDOS de su vecino

Saray González fue presuntamente asesinada tras quejarse a su vecino por ruidos

Eldiario.es Canarias ahora, 11711/2015

La estudiante palmera muerta en Las Palmas Gran Canaria habría llamado la atención a un joven, Alberto M.F., por montar escándalo en el edificio donde vivía 

En la imagen, traslado del féretro hasta el templo de El Salvador. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

En la imagen, traslado del féretro hasta el templo de El Salvador. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Una bronca por ruidos entre vecinos apunta como posible causa de la violenta muerte de Saray González, la joven palmera de 27 años hallada sin vida hace justo dos semanas en el piso de estudiantes en el que residía en la calle Pérez del Toro, de Las Palmas de Gran Canaria.

El presunto autor de la agresión que acabó con la vida de Saray, Alberto M.F., de 19 años,  detenido este miércoles por la Policía, habría agredido a la estudiante de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria después de que esta le llamara la atención por el escándalo que estaba montando en su vivienda.

 

Así, según fuentes conocedoras de la investigación consultadas por Canarias Ahora, Alberto habría subido a la vivienda de la chica desde un piso inferior y le habría asestado varios golpes mortales en la cabeza, como así desveló la autopsia realizada, que también aclaró que Saray intentó defenderse de la agresión. Entre las pruebas para acusar al joven de ser el presunto autor del asesinato, los investigadores han encontrado restos de Saray en la vivienda de Alberto.

La  directora del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, María José Meilán, llegó a confirmar que Saray González recibió golpes "lo suficientemente graves" como para producirle una muerte rápida. El caso, que se encuentra bajo secreto de sumario, ha generado una gran consternación entre la comunidad estudiantil y en la zona donde residía así como en la isla de La Palma. El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) llegó a lamentar que se trate, de nuevo, de una situación de violencia hacia una mujer.

Alberto M.F. pasará a disposición judicial esta misma semana.

Alberto mató a Saray porque se quejó del ruido de los videojuegos

La estudiante palmera reprochó a su vecino los gritos durante las largas partidas con la consola en el piso de Pérez del Toro - El joven universitario ingresa en prisión tras reconocer el crimen

Manuel Reyes 14.11.2015 | 02:00 www.lasprovincias.es   Las Palmas

Reigoso abandona la Ciudad de la Justicia, en la capital grancanaria, tras la declaración judicial.
Reigoso abandona la Ciudad de la Justicia, en la capital grancanaria, tras la declaración judicial. J. C. CASTRO/ LP / DLP

Paseillo judicial

  • Un abogado de oficio asistió a Alberto Montesdeoca en comisaría, pero ayer, en el interrogatorio ante el juez, la letrada Lorena Reigoso pidió la venia y asumió la defensa del imputado

 

El Juzgado de Instrucción número 7 de la capital grancanaria decretó ayer el ingreso en prisión del joven que mató a la universitaria palmera Saray González García en el barrio de Arenales. Alberto Montesdeoca Pérez, de 19 años, está imputado por un delito de asesinato, según la calificación jurídica de los hechos planteada por la Fiscalía de Las Palmas al magistrado instructor. El juez Javier García García-Sotoca y el fiscal Pedro Gimeno interrogaron a Alberto Montesdeoca a primera hora de la mañana en el Juzgado de Guardia. El imputado, que estudia el primer curso de Ingeniería Informática en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), reconoció que cogió una herramienta de jardinería, subió al piso de arriba y mató a golpes a Saray nada más abrirle la puerta.Ocurrió el pasado 27 de octubre en el número 47 de la calle Pérez del Toro, un edificio de dos viviendas y un local que es propiedad de la familia Montesdeoca, vecinos de todo la vida del barrio de Arenales. La víctima, de 27 años, cursaba Relaciones Laborales en la misma universidad que Alberto. Era su segunda carrera y había venido de La Palma a estudiarla, isla en la que tenía a toda su familia. Ambos arrastraban una mala relación porque se reprochaban los ruidos que salían de sus respectivas viviendas. Ella, en el piso de arriba, con la música. Él, en la planta baja, con los videojuegos, una afición a la que Alberto dedicaba la mayor parte de su tiempo. El joven sigue en Internet varias páginas especializadas en ese tipo de entretenimiento y tiene un perfil abierto para disputar campeonatos en línea con otros usuarios.Enemistad La enésima discusión por los gritos y los ruidos asociados a esas partidas es la razón por la que el imputado mató a su vecina, según ha confesado ante la policía y la autoridad judicial. Saray, ese 27 de octubre, le había vuelto a recriminar las molestias que le causaban los gritos durante esas largas sesiones a la consola y el ordenador.Su compañera de piso se la encontró muerta sobre las 17.00 horas, al volver a casa, en la misma entrada, y avisó a Alberto, su vecino, que estaba en el piso de abajo. Los agentes le interrogaron y vieron fisuras en su coartada. Por eso, desde el segundo día, se convirtió en el principal sospechoso. 

La puerta de Saray no estaba forzada y tampoco había desaparecido nada de su vivienda. Los indicios, por tanto, revelaban que conocía a la persona que llamó y por ese motivo le abrió la puerta. Los agentes analizaron más testimonios, el móvil de la víctima y las imágenes grabadas por las videocámaras de los negocios cercanos, entre otras líneas de investigación, pero el principal sospechoso siempre fue Alberto Montesdeoca, tanto que la policía llegó a registrar, sin éxito, una finca del padre en busca del arma homicida. Finalmente decidieron detenerlo y el muchacho, tras pasar la noche del martes en los calabozos, se derrumbó en el interrogatorio.La confesión y el tipo de lesiones mortales que sufrió Saray, con más de cuatro golpes en la cabeza y cortes en los brazos, revela que fue atacada por sorpresa, de frente y que apenas pudo levantar las manos para tratar de protegerse, según las primeras conclusiones de los médicos forenses. De ahí que el Ministerio Público, al apreciar indicios de asesinato con alevosía, solicitase prisión provisional, comunicada y sin fianza por ese delito, una medida preventiva que finalmente ha acordado el magistrado instructor.El joven ha reconocido que mató a su vecina con una azada de dos picos, una herramienta de jardinería que se usa para mover la tierra. La Brigada de Homicidios de la Policía Judicial, tras recibir los informes de los forenses, buscó desde el primer momento un arma homicida de esas característica, con una hoja tipo sacho, es decir, contundente y de borde afilado. También se encargaron análisis de ADN para dar con el perfil genético del agresor.