¿Estará la Junta de Andalucía barajando la posibilidad de subir el límite de alcohol al volante y retirar el 90 % de los controles?

¿Estará la Junta de Andalucía barajando la posibilidad de subir el límite de alcohol al volante y retirar el 90 % de los controles?

Antonio Peidro Cuadros, Ingeniero Industrial, mayo de 2020

No sería de extrañar a la vista de las recientes modificaciones de la normativa en materia de ruidos

El pasado día 27 de mayo el BOJA publicó el Decreto-Ley 14/2020 con medidas para la reactivación del sector de la hostelería, restauración, ocio y esparcimiento, ante la situación de alerta sanitaria generada por el coronavirus (COVID-19). Como era de esperar, cuando la hostelería estornuda se recetan ansiolíticos para los melindrosos, desequilibrados e insolidarios vecinos.

Los medios de comunicación se han limitado a informar de uno de los contenidos de este Decreto-Ley, la ampliación de horarios de locales y terrazas y veladores hasta las 3:00 horas, medida que, por cierto, finaliza cuando finalice la alerta sanitaria. Sin embargo han obviado otras tres medidas que tienen importantes consecuencias en la contaminación acústica y en el derecho la intimidad y no intromisión en la vida privada.

La primera de las medidas consiste en autorizar hasta 24 los eventos excepcionales que una misma actividad puede celebrar a lo largo de un año sin necesidad de tomar medidas de prevención acústica excepcionales, antes eran 12.

La segunda se refiere a la suspensión de facto et sine díe de los objetivos de calidad acústica en el exterior para así poder facilitar la instalación y ampliación de terrazas y la realización en ellas de actuaciones en directo de pequeño formato. Dicho de otro modo, olvídense de abrir la ventana si tienen la suerte de tener un bar cerca.

Y por último, se han modificado las tipologías de actividades y sus requisitos acústicos de tal modo que cuando antes un bar o restaurante sin música no podía tener música, disculpen la obviedad, ahora sí podrán tener música. Y los que antes eran bares con música ahora también pueden tener actuaciones en directo sin necesidad de mejorar sus aislamientos acústicos.

Metiéndolo todo en una coctelera, con 24 eventos extraordinarios se cubren los fines de semana de algo más de 5 meses o son suficientes para celebrar un par de eventos extraordinarios a la semana durante los 3 meses de la temporada de verano. Además tenemos todos los días concierto en la terraza y música dentro del bar. Y todo ello, por cierto, contraviniendo descaradamente la normativa estatal, la Ley 37/2003 del Ruido, y legalizando la competencia desleal. ¿Quién va a hacer ahora una cuantiosa insonorización de un local para actuaciones en directo si con una licencia de bar con música tiene suficiente?¿Van a resarcir a quienes ya lo han hecho?

Como siempre, el ruido, ese problema del medio ambiente que está en la mitad del medio que no importa a nadie, y como siempre, quien se queje es un egoísta insolidario. Por cierto, tampoco importa a nadie la lucha contra la adiciones, hay que beber sí o sí.

¿Acaso no sería de esperar que se subieran los límites de alcohol al volante y se retiraran controles a fin de facilitar el consumo de alcohol en bares y restaurantes? ¿Por qué no?. Si se desprecia sin rubor la Ley de Ruido ¿por qué no despreciar también la Ley de Seguridad Vial?.

Fin porhibición ruidos